GR11 Etapa 33 Puigcerdá-Planoles

BUSCANDO MARCAS ENTRE PISTAS

Seguimos avanzando por la última urbanización donde el suelo hormigonado da paso a la pista forestal. Poco antes de llegar a la altura de un edificio de viviendas pintado de color blanco hay un cruce sobre el que reposa un poste del tendido eléctrico.

Entramos por el camino de la izquierda y comenzamos a ganar altitud, mientras recortamos unos metros a la pista principal. De nuevo en la pista, continuamos rumbo ESE para atajar por la derecha nuevamente antes de que la pista vire hacia el S. Ciertamente, el atajo únicamente recorta la curva en poco más de 40m de recorrido, por lo que no reporta ninguna ventaja efectiva que lo justifique.

Orientados hacia el S, continuamos por la pista principal sin tomar ningún ramal ni pista adyacente durante los siguientes 2 Km. A partir de este punto, la pista gana en inclinación y avanza junto al cauce. Unos metros antes de que la pista vire hacia el E, el margen derecho de la pista se ensancha dando cabida a un acceso que conduce al rio. Abandonamos la pista por la senda que desciende hasta el cauce y seguimos avanzando arroyo arriba.

JUNTO AL TORRENT DE MONTAGUT

Durante este tramo la senda se mantiene en la primera línea de árboles, junto al cauce, hasta llegar al tramo superior, en el que desaparece a cielo abierto. En el momento en el que el vemos el cauce venir desde el SE, viramos levemente hacia el S y remontamos la ladera hasta dar con la pista que conduce al Coll de Marcer.

En el alto, cruzamos la primera pista y entramos en la segunda hacia el SE, virando hacia la izquierda junto al poste de información. Continuamos poco más de 3Km por pista con tendencia general hacia el ESE hasta que vira súbitamente hacia el O. En el vértice de la curva, salimos de la pista por la izquierda y seguimos ascendiendo hacia el SE junto al cauce.

Sobre la parte superior del cauce, viramos levemente hacia la derecha y comenzamos a remontar la loma herbosa en busca de un mojón de hormigón, desde el cual se puede ver el poste de señalización de la parte alta, al que hay que llegar. Ubicados junto al mojón, mantenemos rumbo SE hacia el arbolado de la parte alta y el citado poste. Desde el poste, seguimos las rodadas que rodean el collado por el S y que conducen a la pista que desciende del collado, en dirección ESE.

TRAVESÍA FRONTERIZA

Iniciamos la travesía por la pista fronteriza con tendencia SE que llegamos a la atura del mojón B-501-VI junto al Torrent de Saltèguet. Durante la sucesión de subidas y bajadas que efectúa la pista, aprovechamos alguno de los torrentes para recargar y potabilizar agua, ya que escasea y no hay un punto de abastecimiento garantizado hasta Dòrria.

Alcanzamos el mencionado mojón que nos sirve de referencia tras caminar poco más de dos kilómetros sin desviarnos en ningún momento de la pista principal.

Dejamos atrás el mojón y a continuación la pista traza un gran arco ascendente de S a SE, durante el cual, remonta de forma notable los casi 100m de desnivel que hay hasta el Coll de la Creu de Meians.

Los últimos metros hacia el collado se hacen sobre prado, siguiendo las rodadas hasta llegar al vallado que delimita las dos vertientes. Junto al mojón B-502, se encuentran el poste de señalización y paso habilitado para cruzar la valla.

A nuestra derecha, se aprecia la cruz que da nombre al paso.

CUANDO LA SEÑALIZACIÓN ESCASEA

Cruzamos la valla y continuamos hacia el E, buscando la senda que empieza a ser apreciable antes de llegar al arbolado. En el punto en el que comienzan los arbustos hay una bifurcación. Viramos hacia el S y descendemos en directa hacia el bosque. Es crucial recordar que hay que atravesar el arbolado sin variar el rumbo y saliendo de la senda del bosque, aunque en el prado siguiente no se vea senda alguna.

Cabe destacar que el único camino visible en el bosque es la senda por la que llegamos y que nada más internarse en el arbolado, vira hacia el SE y se pierde entre la maleza. Por otro lado, no hay señalización de GR que indique el punto de salida del bosque hacia el prado (años 2020 y 2021). En el prado tampoco hay camino visible y la única señalización se encuentra a más de 30m en un árbol caído, ubicado a la derecha de la vertical de la senda de entrada. O uno sabe dónde tiene que buscar, o sencillamente no lo ve y sigue el sendero del bosque sufriendo un extravío. Para finalizar, se trata de un bosque de rama baja y maleza densa y alta, por lo que una vez fuera de la ruta, el avance es penoso y la lectura del terreno se complica en exceso.

Habiendo atravesado la franja arbolada hacia el S y con un cauce a la derecha, seguimos descendiendo hasta dar con la pista que viene del collado dando un rodeo.

POR CAMINO EVIDENTE

Una vez en la pista, la seguimos en su larga vira hacia el NE, que termina trazando una zeta junto al Torrent de Sant Salvador. Tras la primera herradura que nos orienta hacia el S, nos espera otra en cuyo vértice hay un cruce de pistas. Viramos nuevamente hacia el NE y nada más dar la curva, abandonamos la pista por la senda de la derecha.

El sendero avanza en paralelo a la pista unos pocos metros por debajo, se pierde en ocasiones y no representa una mejora en el avance. En unos 400m regresamos nuevamente a la pista por una rampa que conecta los dos caminos.

Muchos mapas coinciden en sugerir la senda que sigue en paralelo a la pista, pero dicho camino cuenta con una cantidad importante de agujeros difíciles de ver debido a la maleza. Además de retrasar notablemente el avance, la posibilidad de producirse una torcedura es alta. Sobre todo, si realizamos la travesía con carga.

De nuevo en la pista, continuamos unos 5 Km con tendencia general hacia el E, hasta llegar a la localidad de Dòrria. 2 km antes de llegar a Dórria, la pista ejecuta una sucesión de lazos. Dichos lazos cuentan con dos atajos que están señalizados y que tampoco suponen un gran ahorro en metros lineales recorridos (unos 130m aprox).

BAJO EL BOSC DE BERNAT

En el cruce que hay a la entrada de la localidad, tomamos el camino de la izquierda, que da un rodeo y nos conduce a la parte baja del pueblo sin que tengamos que pisar las calles ni alterar la paz natural de las personas que viven en Dòrria.

Salimos a la carretera y tras recorrer unos pocos metros por ella, a mano izquierda damos con una pista que entra hacia el N y que cuenta con un poste de señalización. Entramos en el camino y en la primera bifurcación, seguimos por la derecha hasta dar con el Torrent Petit.

Cruzamos al otro lado y seguimos las marcas en dirección ESE por el camino delimitado por un murete de piedra a la izquierda. Como curiosidad, el primer tramo (unos 200m de recorrido) que figura en la grabación y que pertenece al año 2021, difiere de la ruta que seguimos en el 2020, como consecuencia de la celebración de una prueba deportiva. Desconocemos si el cambio es transitorio o permanente.

En cualquier caso, una vez hemos regresado a la senda original, la senda vira sobre el cauce del Torrent Gros y nos lleva en una sucesión de pequeñas subidas y bajadas hacia el SSE, entre árboles y claros. Bordeamos la base S del Puig de Dòrria en ligero descenso y tendentes al ESE.

FINAL DE ETAPA FUERA DEL PUEBLO

La senda se ensancha hasta dar cabida a unas rodadas, que seguimos hasta que llegamos a un cruce de caminos sobre suelo de hormigón, dotado de poste de señalización. Tomamos la rampa que asciende hacia la izquierda y que sigue sumando unos pocos metros, a medida que vira hacia el NNE y nos lleva al Riu de Planes.

El camino vira súbitamente hacia el S y traza un arco descendente hacia el SE. En la única bifurcación que hay, tras una breve subida en la que hay un poste de indicaciones a la derecha, tomamos el camino que desciende por la derecha y en pocos minutos, llegamos al camping de Planoles, donde damos por finalizada la etapa.

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